Mediante un crédito que le otorgaron por su buena reputación en Twitter, Facebook y LinkedIn, María Esther Rodríguez se quitó dos problemas muy serios de encima: el primero fue saldar una deuda por un millón de pesos con la universidad y el segundo, que se liberó de un prestamista ‘gota a gota’ que le quitaba el sueño y la tranquilidad.
Lenddo, una compañía tecnológica dedicada a los microcréditos, la sacó del apuro gracias a un préstamo que le otorgó a la joven estudiante sin más garantía de por medio que la buena reputación que tenía en diferentes redes sociales, más el aval de otros usuarios de esas mismas tecnologías.